En algunos casos, algunos terapeutas de parejas le recomiendan a los amantes infieles no cometer un "sincericidio".
Alguien puede manifestar "su verdad" y quien le escuche o lea creer que lo señalado es mentira porque "su verdad" es distinta. No existe la verdad absoluta y como consecuencia tampoco la mentira total. Por esto, aceptamos que mentir es expresar algo en contra de lo que se sabe, se cree o se piense.
Cuando se miente es porque la persona que lo hace está consciente de ello. Se miente también por omisión de la verdad.
Los seres humanos mienten o callan la verdad por múltiples razones. Algunos terapeutas de parejas, en algunos casos, le recomiendan a los amantes infieles, cuando van a consulta, no cometer un "sincericidio" y contarle todo a su cónyuge. Generalmente se trata de casos de un encuentro casual con una ex pareja, hecho ocurrido ocasionalmente sin mayores consecuencias. El terapeuta evalúa la situación familiar y puede llegar a la conclusión que es preferible que su paciente no diga la verdad a su cónyuge porque puede terminar una feliz relación familiar y ser más perjudicial que beneficioso para el, para su pareja y sus hijos.
Muchos médicos, por razones del tratamiento, ocultan o no dicen toda la verdad del diagnóstico al paciente por el propio beneficio del enfermo. Un galeno puede ayudar a sanar usando el efecto placebo en enfermedades psicosomáticas. Para lograrlo, debe mentirle al paciente asegurándole que algún medicamento lo curará a sabiendas que la pastilla es inerte. Igualmente, algunos profesionales de la salud no le informan a un enfermo en terapia intensiva su gravedad, porque piensan que la angustia, las preocupaciones y el pánico que puede generar la información de su estado le provocaría eventualmente un daño mortal.
Los adultos les dicen a los niños que no deben mentir mientras disfrutan con ellos los regalos que trajo durante la noche Santa Claus o los Reyes Magos, aunque en este caso podríamos estar hablando de una ficción o leyenda, la cual sin ser una mentira, tampoco es una verdad.
La opción es ser asertivos y decir la verdad sin ofender. Ser asertivos es exponer todo o parte de lo que sabemos, pensamos y sentimos haciendo uso de un lenguaje justo, de expresiones corporales no agresivas, comunicando en positivo y tomando en cuenta los derechos de quien recibe el mensaje.
Es deseable resaltar virtudes en lugar que proclamar defectos en los demás. Es preferible indicarle a un niño antes de ser inyectado que va a sentir un pinchazo pero solamente durará el tiempo de contar hasta cinco que decirle "no te va a doler". Lo más probable es que entretenido contando, no sienta el dolor. de verdad, verdad.
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